¿Cuántas horas pasa un niño sentado en su pupitre en el aula o haciendo deberes en casa? Largas horas sentados con la espalda inclinada, encorvados, o con mala posición de las piernas, generalmente debido a un mal diseño del mobiliario que produce tensiones innecesarias tanto en músculos y articulaciones cuando nos colocamos en postura de estudio o lectura.
Nuestro cuerpo está diseñado para el movimiento. Éste tiene gran importancia en el desarrollo del niño implicando los aspectos psicomotores, intelectuales, sociales o emocionales. Afecta a nuestro estado de ánimo, a nuestra vitalidad y bienestar, mejora el aprendizaje y a conocernos mejor. En nuestra cultura existe la creencia de que la mente es independiente de nuestro cuerpo, idea cartesiana sobre la dualidad mente-cuerpo. Actualmente, hay muchas investigaciones que confirman que el pensamiento y el aprendizaje no dependen únicamente del cerebro, ya que el cuerpo o el movimiento juegan un papel importante en todo proceso intelectual y de aprendizaje, como son la creatividad, la emoción, la empatía, la atención o la curiosidad, cualidades que normalmente asociamos con la mente pero no pueden existir independientes del cuerpo. El movimiento no sólo mejora el aprendizaje, sino que desarrollaremos la creatividad, el manejo del estrés y la buena salud.
El Taichi y el Chikung son prácticas originarias de China que a través de ejercicios corporales suaves, coordinados con la respiración y, la concentración meditativa y la visualización, nos conducen por el camino de la salud, la longevidad, la plenitud y la evolución espiritual. Al practicar de forma regular es beneficioso para desarrollar el esquema corporal, activar la motricidad, tonificar huesos y músculos, desarrollar la propiocepción, estimular el equilibrio tanto físico como mental, conocer el cuerpo de uno mismo, trabajar los sentidos, fortalecer la capacidad de atención y de aprendizaje…
Además, es positiva la interacción entre los niños con otros compañeros durante la actividad, y con los padres o familiares si se realizan talleres de Taichi y Chikung familiar, donde los adultos participan de los juegos con los niños, incluso en la práctica en casa entre el adulto (practicante de Taichi o Chikung) con el niño. Esta conexión durante la práctica tiene un gran beneficio sobre la salud, debido a los valores que se transmiten como la empatía, la solidaridad, el respeto y el apoyo entre compañeros.
En un taller de Taichi y Chikung para niños debemos adaptar la metodología que aplicamos a los adultos para adecuarla a las habilidades motrices de la edad infantil. Nuestra propia experiencia y formación en otros campos puede enriquecer nuestras clases de Taichi y Chikung para los niños. En mi caso, como Licenciado en Historia del Arte estuve trabajando casi 10 años en didáctica museística y animación cultural con niños y jóvenes antes de formarme como profesor de Taichi y Chikung. Además, completé mi propia formación con el método de Anatomía para el Movimiento ©, incluso he participado en cursos de Teatro Físico para dotar de más herramientas al trabajo con los niños.
Aquí comentaré algunos juegos que uso de manera habitual en los talleres. Ejercicios sencillos, accesibles y efectivos con la filosofía del Taichi y del Chikung. A través de unos ejercicios de apertura articular y estiramientos activaremos el cuerpo y lo prepararemos para la sesión. Con esta Danza de las articulaciones, donde moveremos cada una en círculos, trabajamos el conocimiento sobre uno mismo. También son muy interesantes los ejercicios de propiocepción para cultivar nuestra sensación corporal en el espacio, combinando siempre ejercicios de equilibrio, estáticos, dinámicos, etc. Juegos de imitación en parejas o grupal, como el Juego del Espejo, que enseñan a compartir y empatizar. También exploramos las emociones frente a un espejo poniendo diversas expresiones o caminando con diferentes actitudes. Y momentos donde practicamos la meditación o la respiración calmada en grupo.
En el Qigong podemos encontrar una tabla o rutina interesante para trabajar con niños llamada El Juego de los Cinco Animales. En estos movimientos buscamos imitar el espíritu de algunos animales como tigre, ciervo (o la tortuga), oso, mono y pájaro. Cada uno tiene una característica, una actitud, una forma de caminar y un comportamiento. Esta parte de la sesión la podemos desarrollar como un cuento donde somos exploradores que vamos por la selva para conocer la fauna del lugar. El poder de la imaginación no tiene límites… Se pueden desarrollar gran cantidad de variaciones.
Para concluir la sesión realizamos un dibujo donde los alumnos expresan aquello que más les ha gustado de la sesión, y sentados en círculo cada uno explica su obra. Esa creación (el dibujo y la palabra) será la unión, la fusión de su mundo interno con el externo, donde dejará su impronta personal del mundo que lo rodea.
Vivimos un momento interesante donde se está comenzando a integrar este tipo de prácticas en las aulas, para educar desde la infancia en el bienestar tanto corporal como mental. El movimiento no sólo mejora la salud postural, además desarrolla el aprendizaje, la creatividad, el manejo del estrés y la buena salud en general. Los hábitos adquiridos desde edad temprana son muy importantes ya que marcarán nuestra futura salud postural y mental en la madurez. Son las pequeñas intervenciones las que nos llevan a grandes cambios.
Los niños son eternos Maestros.
Próximos talleres de Qigong para niños click aquí.
Artículo publicado en: Andreo, Aarón (dicembre 2017). Cultivar la salud cuerpo-mente desde la infancia. Revista Felicidad y Salud num. 06, pg. 18-21.
Ilustraciones de Vicent Beneito.
Instructor del equipo de Escuela Tantien.
Cinturón Negro 1er Dan de Wushu-Taichi por el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Federación Valenciana de Judo y DDAA.