EL TAICHI NO ES (SÓLO) PARA ADULTOS MAYORES
El Taichi es una práctica comúnmente asociada a personas mayores. Basta con echar un vistazo en Internet o redes sociales para darse cuenta. En la publicidad para muchas prácticas cuerpo-mente lo habitual es ver fotografías de personas jóvenes, con ropas ajustadas, figuras esculturales y posturas perfectas. Sin embargo, en el caso del Taichi, es más frecuente ver imágenes y vídeos de maestros/as veteranos/as de rostro sereno, postura erguida y movimientos que parecen fluir como el agua. Esta imagen tan habitual a menudo genera una percepción equivocada que lleva a considerar el Taichi como una actividad diseñada únicamente para adultos mayores o para quienes buscan un ejercicio «suave».
Nada más lejos de la realidad. El Taichi es una práctica para cada etapa de la vida. Uno de los grandes atractivos de esta disciplina es su versatilidad, ya que el Taichi no tiene restricciones de edad. Desde un/a niño/a pequeño/a hasta una persona mayor, cualquiera puede adaptarse a esta práctica y disfrutar de sus beneficios únicos en cada etapa de la vida. Sea cual sea tu edad, el Taichi tiene algo que ofrecerte:
Para los/as niños/as:
El Taichi es una herramienta poderosa para desarrollar habilidades esenciales en la etapa infantil y sembrar las semillas para una vida más consciente y saludable. En un mundo lleno de distracciones, el Taichi puede enseñar, ya a los/as más pequeños/as, a enfocarse en el momento presente. También mejora el equilibrio, la coordinación y la postura, habilidades físicas especialmente importantes durante el crecimiento. Además, esta disciplina promueve la calma y la gestión de emociones. Finalmente, el Taichi, como arte marcial que es, inculca valores como la paciencia, el respeto y la perseverancia, lecciones de vida invaluables para los/as niños/as.
Para las personas jóvenes:
Comenzar a practicar Taichi en la adolescencia o juventud puede dar a las personas más jóvenes herramientas para manejar la presión académica, social o laboral. Además de mejorar su salud física (postura, flexibilidad, fuerza y coordinación), el Taichi fomenta el autocontrol y el equilibrio emocional.
En esta etapa, muchas personas se sienten atraídas también por el aspecto marcial del Taichi, que incluye movimientos defensivos y diferentes técnicas que desafían la percepción errónea de que esta disciplina es sólo «suave». El Taichi, como arte marcial, es una excelente alternativa a otras disciplinas de contacto que suelen enfocarse más en la competencia, el combate físico y el uso de la violencia. El Taichi, en lugar de
promover la agresividad, enseña autocontrol, disciplina y cómo redirigir la energía de un oponente sin recurrir a la fuerza bruta. Este enfoque fomenta la resolución de conflictos con inteligencia y calma, convirtiéndolo en una herramienta para el desarrollo personal, emocional e incluso espiritual.
Para las personas adultas:
En la adultez, la vida suele estar llena de responsabilidades, desde el trabajo hasta la familia. Esto puede llevar a altos niveles de estrés y a descuidar la salud física. El Taichi actúa como un refugio: una práctica que calma la mente, fortalece el cuerpo, mejora la regulación emocional y reduce el estrés.
Además, los beneficios físicos son notables. El Taichi fortalece las piernas, mejora el equilibrio y fomenta la flexibilidad. Esto lo convierte en una actividad ideal para contrarrestar los efectos de un estilo de vida sedentario.
Para las personas mayores:
El Taichi puede ayudar a mantener la independencia física y mental en la vejez. Para quienes tienen más años, la práctica regular puede mejorar la movilidad y reducir el riesgo de caídas, además de mejorar la confianza en uno/a mismo/a.
Además de todo comentado, lo que considero que hace del Taichi algo tan especial para cualquiera de las etapas de la vida no es solo lo físico. Es la conexión entre cuerpo y mente, esa sensación de paz y plenitud que permite afrontar la vida con una actitud serena y positiva. Y también la sensación de comunidad y propósito al practicar con otras personas.
La longevidad de los/as maestros/as de Taichi: un ejemplo vivo.
Las fotografías de viejos/as maestros/as de Taichi cuentan una historia de dedicación y avanzadas, nos recuerda que nuestra calidad de vida puede depender de las elecciones que hacemos cada día.
Y es que el Taichi puede ser una inversión a largo plazo. Con el tiempo, los beneficios se acumulan de una manera que pocas prácticas logran. Los maestros no llegaron a su estado de salud y vitalidad por casualidad. Ellos comenzaron a cultivar su cuerpo y su mente desde jóvenes, cuidándose día a día a través de esta práctica.
Con cada práctica, estás invirtiendo en tu bienestar futuro. El Taichi no es sólo una actividad física; es un estilo de vida que transforma cuerpo, mente y espíritu. Así que, cuando veas a un/a persona con más de 70, 80 o incluso 90 años practicando, recuerda que estás viendo el resultado de años de práctica y amor por el arte del Taichi.
El Taichi: una inversión a largo plazo
Practicar Taichi es como construir una casa sólida y resistente, al estilo del tercer cerdito en el cuento clásico. Mientras que otros métodos pueden ser como las casas de paja o madera, que ofrecen resultados rápidos pero poco duraderos, el Taichi requiere paciencia y constancia, como construir con ladrillos.
En el cuento, los dos primeros cerditos se apresuran a construir sus casas de forma rápida, pero cuando llega el lobo, estas no resisten y se derrumban fácilmente. Por el contrario, el tercer cerdito dedica más tiempo y esfuerzo a construir su casa de ladrillos, que al final resulta ser la más segura y duradera.
El Taichi es esa casa de ladrillos. Cada práctica fortalece tu cuerpo, tu mente y tu espíritu. No es un camino para quienes buscan soluciones rápidas, sino para quienes entienden que la verdadera fortaleza se cultiva con el tiempo. Los beneficios pueden parecer sutiles al principio, pero con los años, se convierten en una base sólida que te protege de las «tormentas» de la vida. Así como la casa del tercer cerdito resistió al lobo,
la práctica del Taichi te prepara para enfrentar los desafíos de la vida con calma y resiliencia. No importa si el «lobo» es el estrés diario, un problema de salud o simplemente el paso del tiempo; tu cuerpo y mente estarán preparados porque has construido una base firme.
Lo más importante: dar el primer paso.
No importa tu edad o tu nivel de condición física, lo esencial es comenzar. El Taichi no tiene requisitos previos, sólo necesita tu disposición para aprender. No es necesario esperar a «tener tiempo» o a «estar en mejor forma». Todo lo que necesitas es dar el primer paso y comprometerte a practicar con regularidad. Cada movimiento que aprendas será un ladrillo en la construcción de una vida más saludable, equilibrada y
plena.
Conclusión: el Taichi es para todos/as.
Es importante desmitificar la idea de que el Taichi es un ejercicio «suave» y únicamente «para mayores». Aunque la suavidad y la calma forman parte de sus características principales, también puede ser un entrenamiento intensivo. No olvidemos que el Taichi es, además, un arte marcial, con movimientos que requieren fuerza, precisión y agilidad. Además, su enfoque en la respiración y la meditación lo convierte en una herramienta invaluable para gestionar el estrés en cualquier etapa de la vida.
El Taichi no discrimina. Desde un/a niño/a lleno de energía hasta una persona adulta en busca de salud o serenidad, esta disciplina ofrece beneficios para cada etapa de la vida. Por tanto, ya sea que estés empezando desde joven o en una etapa más avanzada de la vida, el Taichi tiene algo para ofrecerte.
Cuando vemos a maestros/as ancianos/as de Taichi llenos de vitalidad hemos de pensar que llegaron a esa etapa de sus vidas con salud, equilibrio y fortaleza porque comenzaron su práctica desde jóvenes, o incluso en la infancia. Cada postura erguida, cada movimiento fluido y cada respiración consciente que los caracteriza son el resultado de años de práctica y dedicación. El Taichi no es sólo para adultos mayores porque es una disciplina para todas las edades y, de hecho, cuanto antes se empiece, mayores pueden ser sus beneficios acumulados con el tiempo.
La mejor parte del Taichi es que nunca es tarde para empezar. ¿Qué estás esperando para dar tu primer paso?
Instructor del equipo de Escuela Tantien.
Instructor de Taichi y Qigong por Escuela Tantien y el Instituto Nacional de Investigación de Wushu y MTC de China. 6ª generación de Taichi estilo Chen de Pekín (discípulo de Félix Castellanos). Máster en Mindfulness por la Universidad de Zaragoza. Graduado en Medicina China por la Escuela Europea de Acupuntura y MTC. Formación en distintas técnicas manuales, tratamientos de tejidos blandos, técnicas específicas de masaje, técnicas articulares y de cadenas musculares, técnicas miofasciales, fisiopatología y otros tratamientos integrativos. Graduado en Turismo por la Universidad de Valencia. Cinturón negro 3º Duan de Taichi por el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Real Federación Española de Karate y DDAA. Practicante zen. Dirige clases semanales de Taichi, Qigong y Mindfulness en Valencia, así como cursos puntuales en distintos grupos y organizaciones.