El Qigong (Chikung) es un arte milenario chino diseñado para prevenir y mejorar la salud cuerpo-mente y, el desarrollo filosófico y espiritual. Consiste en la realización de movimientos y posturas equilibradas, gráciles y fluidas en coordinación con la respiración profunda, lenta y acompasada, la concentración junto al poder de la intención, automasajes, adaptándose a todo tipo de personas y edades. Su práctica correcta nos proporciona vigor y calma a la vez. Sus efectos saludables han sido reconocidos por muchos organismos científicos, entre el que destaca “Harvard Medical School”.
Las Tres Regulaciones
El trabajo de la mente en el Qigong está incluido en las Tres Regulaciones o San Tiao: cuerpo, respiración y mente. Sin una postura equilibrada, la respiración no puede fluir, y así la mente no puede ser serena y poderosa. Por esto, los trabajos de regulación de la mente se enseñan en último lugar. Tras abordar cuerpo y respiración en los números anteriores, continuamos con la regulación de la mente.
Regular la mente
La mente poco entrenada suele estar invadida por un parloteo interno incesante, a menudo intenso, un “ruido” que produce un estado de gran excitación y desgaste que puede generar desequilibrios sobre la salud cuerpo-mente, envejecernos y enturbiar nuestra felicidad. En el Qigong se entrena la mente para conectar con el “silencio” y permanecer despierto en el ”ahora”. Al ser consciente de nuestros desequilibrios, y al utilizar las poderosas herramientas del Qigong, realizaremos una transformación completa del Ser.
El estilo de vida de la sociedad industrializada está llegando a un punto álgido por la velocidad con que se da todo. Con tanta sobrexcitación es difícil profundizar en nada, y esto tiene un alto precio personal y social. Fácilmente podemos entrar en estado de preocupación y sobrecarga emocional, ansiedad y estrés. Nuestro sistema nervioso se sobrecarga y la fábrica de hormonas de nuestro organismo no para de crear adrenalina y cortisol (necesarias en momentos de acción y emergencia) mermando nuestro sistema defensivo, la longevidad y la salud general. Los principales expertos en salud pública han marcado la reducción del estrés como una prioridad para mejorar la salud.
“Ante una mente serena, el universo entero se rinde”
Lao Tse (maestro taoísta)
Vivir en la calidad y la acción que surge de la calma. La meditación activa y plenitud de vida.
Siguiendo las leyes de la naturaleza, donde pertenecemos, aunque a veces lo olvidemos, para proceder bien (yang) tenemos que reponernos bien (yin). La práctica del Qigong te enseña a parar, a despertar la conciencia, a expandirla, a sentir plenamente nuestro cuerpo, la respiración, los pensamientos y emociones. La lentitud de los movimientos en todos los procesos de movimiento como abrir-cerrar, tensar-relajar, yin-yang, propician la atención relajada.
Con una práctica constante crearemos un hábito saludable transformando nuestra mente, energía, fisiología y anatomía, incluso el cerebro (plasticidad cerebral).
INSTRUCCIONES TRADICIONALES EN LA PRÁCTICA DEL QIGONG
Guan. La atención continua
Literalmente significa vigilar u observar y corresponde al término “Mindfulness”, conciencia plena, tan conocido en occidente. En Qigong cultivamos:
- Atención al cuerpo: densidad, peso, situación espacial, propiocepción (postura corporal), equilibriocepción (equilibrio y situación espacial), interocepción (de los órganos internos) y nocicepción (del dolor o molestia).
- Atención a la respiración: el ritmo, profundidad y su expresión en el cuerpo.
- Atención a la mente: Observar la actividad mental (pensamientos, emociones o juicios) desapegándonos y aprendiendo a ser consciente del presente y lo que sucede en el ejercicio. Cuando ejercitamos la atención a modo de contemplación, desarrollamos además los cinco sentidos.
Shou. La concentración
Este concepto, que también se traduce como “guardar”, se refiere a poner toda la atención posible en una cosa, lugar, pensamiento, imagen, etc. En Qigong nos concentramos en un punto de acupuntura, un canal, un órgano, una parte del cuerpo, un aspecto de la postura (como la verticalidad), la respiración abdominal, una palabra, una frase, imagen o visualización sanadora, entre otras.
Jing. La serenidad
Tras tiempo y calidad de práctica de la atención y la concentración se llega a un estado de tranquilidad al no identificarse con el “ruido interno” y estar más presentes. Esto nos permite reponer mejor el cuerpo y la energía, proporcionándonos vitalidad. Nos dota también de uno de los valores más importantes en la vida, “la paciencia”, que es la clave, tanto para disfrutar de los buenos momentos, como para encontrar el sentido en los momentos más difíciles.
Yi. La intención, visualización, imaginación, expectativa, convicción
La intención es una poderosa habilidad de transformación que nace en la visualización y/o la imaginación. Todo lo creado en el mundo material ha sido antes imaginado. Para la transformación interior, también empezamos por imaginar lo que deseamos. En el Qigong utilizamos la capacidad de visualizar para generar estados de calma, silencio, apertura, fuerza, estabilidad, calidez, espaciosidad, compasión, generosidad, valentía, y otras fortalezas que nos empoderan y generan un estado más pleno y saludable. Por ejemplo: “Fluido como el agua corriente, estable como la gran montaña”, “la ducha de energía”, “la sonrisa interior”, “el hilo dorado que nos sostiene desde la cabeza”. En el Qigong de los animales nos movemos como el tigre para adquirir vigor; con el oso estabilidad; con la grulla ligereza, etc.
Kong. La vacuidad
Es el estado espiritual más elevado generado por el cultivo de la serenidad, donde se vibra con una gran intensidad y se es capaz de expandir la percepción más allá de uno mismo. En el taoísmo, filosofía de la que procede el Qigong, se considera el estado más elevado del Ser, donde nos unimos con la naturaleza original y conectamos con el sentido o camino, el Tao (Dao).
Existen muchas aproximaciones al Qigong, hay tantos estilos como escuelas y maestros. En Escuela Tantien (Valencia) trabajamos con ilusión siguiendo las regulaciones cuerpo, respiración y mente, porque un cambio profundo requiere trabajar en todos los aspectos del Ser. Prueba el Qigong y serás testigo de tu propia transformación, y las personas de tu alrededor te lo agradecerán.
Por otra parte, decir que, estas prácticas no sustituyen a un tratamiento terapéutico y que son a los profesionales de la salud a los que le corresponde esta tarea.
Director de Escuela Tantien.
5ª generación de Estilo Chen de Taichi Chuan.
Cinturón negro 4º Dan de Taichi por el Departamento de Kungfu de la FEK y Monitor Deportivo por el Consell Valencià de l´Esport. Formado en 15 viajes en la Universidad de Deportes de Pekín. Profesor por el Instituto Internacional de Qigong. Formaciones en Anatomía Para el Movimiento, Neurolingüística, Neurociencias y Terapia de Reversión del Dolor. Ha sido invitado a impartir talleres organizados por Harvard Médical School (Boston, USA), Winchester University (ICEBAT, Inglaterra) y próximamente a D’Youville University (Búfalo-NY, USA). Miembro asesor de IATF (International Acuatic Therapy Faculty) y creador del método Clinical QiShui (Qigong en el agua). Profesor en Master FECAFE (Universidad de Valencia)..